Hay muchas formas de clasificar los proyectos dependiendo de los parámetros que se tengan en cuenta. Esto también es aplicable a los proyectos SOA.
Esta clasificación pretende catalogar las formas más comunes de adoptar SOA por parte de una empresa. Hay tres posibles acercamientos:
Esta clasificación pretende catalogar las formas más comunes de adoptar SOA por parte de una empresa. Hay tres posibles acercamientos:
- Orientado a proyecto.
- Orientado a sistemas.
- Corporativo.
Orientado a proyecto
Este tipo de acercamiento corresponde al escenario en el que un departamento de una empresa decide solucionar una necesidad de negocio aplicando técnicas y tecnologías de SOA.
En muchos casos la solución consiste en definir algunos procesos de negocio e implantarlos mediante un BPM, o bien, habilitar la comunicación de dos sistemas mediante webservices y un service bus.
En estos casos el resultado inmediato suele ser satisfactorio y se obtiene un beneficio rápido. A fin de cuentas las tecnologías usadas por SOA tienen mucho ámbitos de aplicación, son fiables y dan buen rendimiento.
El problema radica en que no se está haciendo una verdadera implantación de SOA ya que no tiene un alcance corporativo, sólo implica a un departamento, y no se ha hecho pensando en las necesidades de toda la empresa. Como consecuencia de esta aproximación, los problemas de flexibilidad e interacción entre sistemas permanecerán.
Orientado a sistemas
En este caso el promotor del proyecto suele ser el departamento de IT, que busca una solución para comunicar los diferentes sistemas usados por la compañía.
Esta aproximación puede parecer que tiene una alcance corporativo pero tampoco es un proyecto SOA ya que se trata de un proyecto estrictamente tecnológico. El objetivo de una buena implantación de SOA en una empresa es alinear el negocio con la tecnología .
Orientado a la empresa
Esta es la implantación ideal de SOA. Estos proyectos están promovidos por la dirección de la empresa y tienen un alcance corporativo que afecta a todos los departamentos.
En estos escenarios la dirección y el departamento IT van coordinados y forman el gobierno SOA, pieza imprescindible para el éxito de cualquier implantación SOA.
Este enfoque quizás sea el que tarde más en obtener beneficios, pero a la larga es el que más se beneficia de las ventajas proporcionadas por SOA, como la flexibilidad, capacidad de adaptación y crecimiento y ahorro de costes (a largo plazo).
Este tipo de acercamiento corresponde al escenario en el que un departamento de una empresa decide solucionar una necesidad de negocio aplicando técnicas y tecnologías de SOA.
En muchos casos la solución consiste en definir algunos procesos de negocio e implantarlos mediante un BPM, o bien, habilitar la comunicación de dos sistemas mediante webservices y un service bus.
En estos casos el resultado inmediato suele ser satisfactorio y se obtiene un beneficio rápido. A fin de cuentas las tecnologías usadas por SOA tienen mucho ámbitos de aplicación, son fiables y dan buen rendimiento.
El problema radica en que no se está haciendo una verdadera implantación de SOA ya que no tiene un alcance corporativo, sólo implica a un departamento, y no se ha hecho pensando en las necesidades de toda la empresa. Como consecuencia de esta aproximación, los problemas de flexibilidad e interacción entre sistemas permanecerán.
Orientado a sistemas
En este caso el promotor del proyecto suele ser el departamento de IT, que busca una solución para comunicar los diferentes sistemas usados por la compañía.
Esta aproximación puede parecer que tiene una alcance corporativo pero tampoco es un proyecto SOA ya que se trata de un proyecto estrictamente tecnológico. El objetivo de una buena implantación de SOA en una empresa es alinear el negocio con la tecnología .
Orientado a la empresa
Esta es la implantación ideal de SOA. Estos proyectos están promovidos por la dirección de la empresa y tienen un alcance corporativo que afecta a todos los departamentos.
En estos escenarios la dirección y el departamento IT van coordinados y forman el gobierno SOA, pieza imprescindible para el éxito de cualquier implantación SOA.
Este enfoque quizás sea el que tarde más en obtener beneficios, pero a la larga es el que más se beneficia de las ventajas proporcionadas por SOA, como la flexibilidad, capacidad de adaptación y crecimiento y ahorro de costes (a largo plazo).
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